2011 se despide con un regusto de amargura en el fondo de la copa de champán. Pero la vida es caprichosa y le gusta jugar al escondite. Ahora se esconde detrás de una gota de lluvia, mañana lo hará bajo una tímida sonrisa; pasado mañana situará su varita de la fortuna sobre los párpados de tu muñeca de trapo favorita... y así las piezas del tablero de ajedrez, que nos aguarda vacío hasta que las manillas del reloj den las mágicas campanadas, irán depositándose al azar sobre una casilla indeterminada. La ilusión de Kafeto para dentro de 366 días es que no falte ninguna pieza sobre el tablero y que de todas las copas que levantemos el 31 de diciembre de 2012 se desprendan burbujas de entusiasmo, alborozo y optimismo. A la vez que me da este mensaje para que lo transmita a través de mis palabras, levanta su pata izquierda y la ofrece complaciente en un gesto de complicidad y buenos deseos para todos sus amigos y seres queridos. Acto seguido, apoya su cabeza en el hueco del brazo de su silla ergonómica preferida y se dispone a dormir profundamente...
"Anoche cuando dormía
soñé, ¡bendita ilusión!,
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel." ANTONIO MACHADO
2 comentarios:
Hermana, vuelvo a levantar mi copa con el mismo deseo que Kafeto y que todos los que hace 48 horas brindábamos con esas copas de champán que nunca hubiésemos querido brindar. Las abejas de nuestros corazones van a tener una complicada tarea, pero el 31 de diciembre de 2012 ya tendrán preparado su dulce néctar para llenar el fondo de nuestras copas. ¡Salud, Kafeto!
Kafeto dice que ¡salud!
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