Cuando recaló en la gran ciudad europea no levantaba los ojos del suelo. Tembloroso y huidizo, traía como realidad la extrema pobreza, los rigores del hambre y la esclavitud sobre sus hombros desnudos de caricias.
- Me llamo Javi. Quiero ser tu hermano desde ahora.
- ¡Ya tengo nueve hermanos! En la jaima no cabe nadie más, contestó turbado.
Una sonrisa de complicidad bastó para que sus temores desaparecieran. Al lado de Javi compartió secretos con la mirada y descubrió el valor de los abrazos con sabor a caramelo de fresa.
Llegado el otoño, de regreso a su hogar de granitos de arena, siempre se lleva abrochado a la maleta el anhelo de una vida futura más justa, de un porvenir menos ingrato y brutal.
16 comentarios:
Seguro que cuando vuelve a ver a sus hermanos, les lleva la maleta llena de sueños para hecerlos realidad el año que viene.
Pues sí, por lo menos llevará sueños en su maleta, como dice trimbolera, esos nunca se los podrán quitar.
Muases, hermana.
Es increíble como cambian en dos meses estos niños. De esas miradas temerosas a esas caritas llenas de ilusión en tan poco tiempo. Y sí, como dice Trimbolera, van con la maletita llena de sueños!
Beostes!!!
Como ponen más arriba, en verdad van con el equipaje cargado de esperanza y nada más valioso que eso, la capacidad de soñar es algo que jamás debemos perder y mucho menos unos seres tan inocentes.
Besos.
Fantástico y Fascinante.
Besos y Ronronguaus.
Por aquella situación que dejamos en el 75 a nadie se le cae la cara de vergüenza.
Saludos
Koncha, entiendo lo que cuentas, tengo una amiga que hace muchos años tiene a Aixa una niña acogida que ya es mayor de edad, a ella y a su família. Mi amiga Mari está en la ong de la demarcación de Viladecans. Me cuenta muchas cosas. Han conseguido hacer una escuela. yo siempre colaboro con algo.
Su blog es este http://aixayelsahara.blogspot.com.es/2012/05/mas-fotos.html
Un beso.
Me quedo con el final por una vida futura más justa, un porvenir menos ingrato y brutal. Un besote
"descubrió el valor de los abrazos con sabor a caramelo de fresa." Precioso el relato. Besitos
ehhhh, que no pasan hambre eh? que no !! eso si..caramelos y cosas asi, no tienen...pero lo imprescindible no les falta !!eso si hablamos de Marruecos , digo ! yo pase allí unos cuantos meses , y desde luego no hay no comodidades pero !ojo ! los niños , son tan mirados o mas , como todos los demás !!
besos!
Siempre pensé en la tristeza que sentirán al tener que despedirse. Les quedara el recuerdo y la ilusión si pueden volver a verse alguna vez mas.
Muy buen relato.
Besos.
Muy hermoso tu blog, Koncha. Enhorabuena!! Besos.
Vengo yo hoy bastante sensibilizada con estos temas.
Una entrada magnífica.
Besos
Cuantas cosas cuentas en tan pocas palabras, Koncha.
Un beso
MUCHISIMAS GRACIAS CONCHA, POR HABER SABOREADO TU AMISTAD MÁS CERQUITAL EL CAFÉ QUE TOMAMOS JUNTAS HA SIDO Y SERÁ UNO DE LOS MEJORES QUE HE TOMADO Y NO OLVIDES QUE ADMIRO TU TALENTO Y SABIDURIA MUCHISIMO. INFINITAS GRACIAS DE NUEVO Y UN FUERTISIMO ABRAZO DE MARUJA.
Siempre que veo a esos niños del desierto pasando aquí los veranos me emociono. Es curioso, pero la primera vez que vienen todos alucinan con el mar y las piscinas. Recuerdo una niña que, el primer día miraba con un poco de miedo la piscina de la casa en la que pasó el verano. Dos días después, no quería salir de ella. ¡Y no sabía nadar! Vuelve cada verano y dice que el resto del año sueña con la piscina.
Besos
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